Convivir en la escuela es una experiencia de aprendizaje. Ya que las escuelas y el liceo son el lugar en donde se aprende a convivir con otros y otras fuera del espacio familiar. Por ello, el que existan buenos climas de convivencia no solo mejora los aprendizajes, sino que desarrolla en todos los actores de la comunidad educativa la capacidad de vivir y participar en comunidad. La convivencia es por tanto un aprendizaje para la vida.